No estamos en campaña, pero siempre en acción.
Aunque hoy no estamos en contienda electoral, sigo trabajando por cinco causas que me inspiran a diario: los jóvenes, la vivienda, el trabajo, las mujeres y la seguridad. No son banderas políticas; son compromisos de vida y trabajo por ellos un día a la vez.
Oportunidades reales para nuestros jóvenes.
La juventud puertoboyacense enfrenta desafíos enormes: salud mental, falta de educación y pocas opciones laborales. Desde mi punto de vista la solución es brindar oportunidades desde la raíz una política publica de generación de empleo eficiente. Mi lucha es que ningún joven tenga que recurrir a la ilegalidad por falta de futuro.
Tener casa es dignidad, no un lujo.
Hay familias que aún viven bajo un plástico o una tabla. Mi granito de arena con el proyecto Raíces de Esperanza es mejorar la calidad de vida de muchas personas de Puerto Boyacá con un techo digno, una vivienda que proteja, que resguarde, que dé seguridad.
El trabajo digno es la base de un municipio en paz.
Empleo no es solo subsistencia, es dignidad. Se necesitan políticas reales de generación de empleo para que las familias puedan llevar el sustento a casa sin depender de favores ni clientelismo, Puerto Boyacá esta llena de personas pujantes y con muchas ganas de luchar por sus sueños.
Las mujeres merecen respeto, protección y futuro.
El dolor de ver violencia contra las mujeres me mueve desde la raíz. mi compromiso nace del respeto por mi madre, mi hermana y todas las mujeres que merecen vivir sin miedo y con garantías.
Seguridad para vivir en libertad, no con temor.
La seguridad no es solo presencia policial. Es poder vivir sin presiones externas, elegir libremente el rumbo de la vida y confiar en un entorno seguro, justo y tranquilo.
«No quiero que nadie vuelva a decir: Villanueva, usted resultó siendo más de lo mismo. Estoy aquí para transformar vidas, la política en Puerto Boyacá merece ser diferente«.